Historia De Sakuntala . Sambhava (Los Orígenes).
Capítulo I DUSHMANTA
DUSHMANTA fue un poderoso rey de la dinastía Paurava.
Durante su reinado no había mestizaje entre sus súbditos, no había necesidad de
arar la tierra o hacer minas y nadie hacía el mal. Todos eran virtuosos y
hacían las cosas por motivos virtuosos. No existía el miedo a los ladrones, ni
al hambre, ni a la enfermedad. Todos, en las cuatro categorías sociales, se
contentaban con hacer sus respectivas tareas y nunca realizaban ritos
religiosos con el propósito de que se cumplieran sus deseos. Los cielos traían
la lluvia en la estación apropiada y los productos del campo siempre eran
carnosos y jugosos.
La Tierra estaba llena de todo tipo de riquezas y de
todo tipo de animales. El joven Dushmanta estaba dotado de una gran fortaleza,
era amado por sus súbditos y gobernaba su satisfecho pueblo virtuosamente. En
una ocasión, se fue a cazar a los bosques con una numerosa comitiva de soldados
de a pie, caballería, carros y elefantes. Después de cazar en varios bosques y
de atravesar una zona desértica, el rey llegó a un precioso bosque sobre el
delta del río Malini en el que había numerosos santuarios de ascetas. Era la
morada de Kanwa, un famoso rishi de la escuela Kasyapa, cuyos méritos eran
tales que debido a su esplendor resultaba difícil fijar la vista en él. Deseoso
de ver al rishi, Dushmanta dijo a sus tropas: « Voy a ver al gran rishi de la
dinastía Kasyapa.
Quedáos aquí hasta que yo regrese ». Y despojándose de todos los signos de realeza, entró en el bosque acompañado solamente por su ministro y su sacerdote. Al poco, llegó a la ermita de Kanwa y dejando fuera a sus dos acompañantes entró en ella en busca del rishi. Dentro se encontró con una hermosa joven que le conoció al instante y le preguntó qué deseaba. « He venido a presentar mis respetos al venerable Kanwa. ¿Dónde se encuentra en este momento? », dijo el rey, a lo cual la joven respondió: « Mi ilustre padre ha ido al bosque a buscar frutos. Esperad un momento y le veréis llegar. » Entonces el rey miró a la joven que le había hablado y vio que tenía hermosas caderas, una perfecta simetría en su figura, y una encantadora sonrisa. Estaba radiante y adornada 22 Historia De Sakuntala 23 simplemente con el brillo que le daban sus austeridades y la calma de su humildad. Fascinado por su belleza el rey le dijo: « ¿Quién eres tú, hermosa muchacha?, ¿por qué estás en estos bosques?, ¿de dónde eres?; pues con sólo mirarte, preciosa mía, me has robado el corazón ». Ella se rió y dijo con una voz muy dulce: « Soy la hija del venerable Kanwa, el ilustre asceta ». Dushmanta dijo: — El universalmente alabado Kanwa es alguien que jamás ha derramado su semen. Antes se desviaría el propio Dharma de su curso que rompería su voto este santo asceta. ¿Cómo puedes, pues, haber sido tú su hija?. Sakuntala dijo: — En realidad soy su hija adoptiva. Una vez oí a mi padre contarle a un rishi la historia de mi nacimiento. Esto es lo que le dijo: