En la antigüedad, existía un gran templo del Señor Śrī Rāma , situado a orillas del sagrado río Ganges. Devotos de todas partes acudían a ofrecer flores, incienso, lámparas y alimentos al Señor con profunda devoción. El templo rebosaba de riqueza y opulencia: sus suelos eran de mármol pulido, su cúpula estaba cubierta de tallas doradas y sus sacerdotes vestían túnicas de seda.
Entre los miles de peregrinos y sacerdotes, nadie notó una pequeña araña que vivía tranquilamente en un rincón del salón del templo. Mientras otros ofrecían joyas y alcanfor, esta pequeña araña, día tras día, realizaba un servicio peculiar: tejía una pequeña tela para proteger el altar del polvo .
No era solo instinto. La araña tenía devoción en su corazón. Pensó: «Déjame hacer lo que pueda. Si logro que una sola mota de polvo no toque al Señor, mi vida será un éxito».
Un Sabio Poderoso Objetos
Un día, el gran sabio Śrī Hanumān , en forma de mono, como solía ser, entró en el templo. Se inclinó profundamente ante su amado Señor Rāma y luego comenzó a limpiar el templo con su cola, usándola como una escoba para eliminar cualquier rastro de impureza.
Al acercarse al altar, vio una telaraña tejida por la araña . Disgustado, Hanumān rugió: "¿Qué es esta inmundicia cerca del altar de mi Señor?". Y de un solo golpe, rompió la tela y aplastó a la araña bajo su cola.
En ese mismo momento, una voz divina resonó desde la deidad del Señor Rāma: