Queridos Vaisnavas,
Acepten mis reverencias a sus pies de lotos, todas las Glorias a Srila Prabhupada
Me gustaría destacar que aunque hay muchos maestros espirituales, Srila Prabhupada es el único que propago Conciencia de Krishna en el mundo entero y atrajo millones de gentes a Krishna. Aunque en muchas instituciones se glorifique a Krishna y tenemos que entender el deseo de Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati. Muchas personas avanzadas en Krishna Katha nunca ayudaron a la misión de Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati y después que Srila Prabhupada hiso millones de seguidores de Krishna todos empezaron a querer agarrar un pedazo de la torta. Iskcon es una plataforma creada por Srila Prabhupada para crear puro devotos de Krishna. Hay puros devotos en Iskcon nacidos en familias Vaisnavas y tenemos que ser cuidadosos en pensar que Srila Prabhupada dio la más alta filosofía de conciencia de Krishna y no solo conocimiento Kanistha. Yo he escuchado de grandes personalidades comentar que Srila Prabhupada solo dio lo básico y no Bhakti Puro o lo más elevado, esto es una grande ofensa a los pies de Srila Prabhupada . Como se relata en en la vida de Srila Prabhupada
Uno de los encuentros más importantes que tuvo Abhay con su maestro espiritual tuvo lugar en Vrindaban, en 1935. Abhay ya no era un recién llegado, sino un auténtico discípulo que hacía cuanto podía, en el contexto de un jefe de familia. Un día en el que Srila Bhaktisiddhanta paseaba a orillas del lago sagrado de Radha Kundha con Abhay y algunos discípulos más, el maestro comenzó a hablar confidencialmente con Abhay. Algunos de sus discípulos más destacados habían estado disputando, dijo, y esto le causaba una gran pena. Los discípulos habían estado riñendo sobre quien podría ocupar las diferentes habitaciones y comodidades de la sede de la Gaudiya Math, en Calcuta. Si entonces reñían, ¿qué harían cuando
ya no estuviera su maestro espiritual? Abhay no tomaba parte en la cuestión y ni siquiera conocía los detalles del caso. Pero al oír de su maestro espiritual, también se sintió afligido.
Muy preocupado, la Bhaktisiddhanta Sarasvat… le dijo a Abhay: «Habrá fuego». Algún día habría fuego en la Gaudiya Math de Calcuta, y aquel fuego de intereses particulares se extendería y lo destruiría todo. Abhay lo escuchaba, pero no sabía cómo reaccionar. «Sería mejor –dijo Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati…– quitar el mármol de las paredes para obtener dinero. Si pudiera hacer esto e imprimir libros, sería mejor.»
Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati… dijo entonces a Abhay directamente: «Yo quería imprimir algunos libros. Si alguna vez tienes dinero, imprime libros». Al lado del - y mirando a su maestro espiritual, Abhay sintió que estas palabras penetraban en su vida profundamente: «Si alguna vez tienes dinero, imprime libros».
Srila Bhaktisiddhanta dejó este mundo mortal en diciembre de 1936. Un mes antes de su partida, Abhay le escribía una carta. Pensaba que como grihastha no podía servir plenamente a su maestro espiritual, y quería saber que más podría hacer. Así pues, le preguntaba: «¿Hay algún servicio especial que yo pudiera cumplir?».
Dos semanas más tarde, Abhay recibió la respuesta:
Estoy seguro de que puedes explicar en inglés nuestros pensamientos y razonamientos a la gente que no conoce los idiomas (bengalí e hindú)... Esto sería muy provechoso tanto para ti como para tu audiencia. Tengo plena esperanza en que puedas convertirte en un excelente predicador de habla inglesa.
Abhay reconoció al momento que se trataba de la misma instrucción que había recibido en su primer encuentro con Srila Bhaktisiddhanta, en 1922. Lo interpretó como una confirmación. Ya no tenía duda alguna sobre cuál era el propósito de su vida.
ya no estuviera su maestro espiritual? Abhay no tomaba parte en la cuestión y ni siquiera conocía los detalles del caso. Pero al oír de su maestro espiritual, también se sintió afligido.
Muy preocupado, la Bhaktisiddhanta Sarasvat… le dijo a Abhay: «Habrá fuego». Algún día habría fuego en la Gaudiya Math de Calcuta, y aquel fuego de intereses particulares se extendería y lo destruiría todo. Abhay lo escuchaba, pero no sabía cómo reaccionar. «Sería mejor –dijo Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati…– quitar el mármol de las paredes para obtener dinero. Si pudiera hacer esto e imprimir libros, sería mejor.»
Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati… dijo entonces a Abhay directamente: «Yo quería imprimir algunos libros. Si alguna vez tienes dinero, imprime libros». Al lado del - y mirando a su maestro espiritual, Abhay sintió que estas palabras penetraban en su vida profundamente: «Si alguna vez tienes dinero, imprime libros».
Srila Bhaktisiddhanta dejó este mundo mortal en diciembre de 1936. Un mes antes de su partida, Abhay le escribía una carta. Pensaba que como grihastha no podía servir plenamente a su maestro espiritual, y quería saber que más podría hacer. Así pues, le preguntaba: «¿Hay algún servicio especial que yo pudiera cumplir?».
Dos semanas más tarde, Abhay recibió la respuesta:
Estoy seguro de que puedes explicar en inglés nuestros pensamientos y razonamientos a la gente que no conoce los idiomas (bengalí e hindú)... Esto sería muy provechoso tanto para ti como para tu audiencia. Tengo plena esperanza en que puedas convertirte en un excelente predicador de habla inglesa.
Abhay reconoció al momento que se trataba de la misma instrucción que había recibido en su primer encuentro con Srila Bhaktisiddhanta, en 1922. Lo interpretó como una confirmación. Ya no tenía duda alguna sobre cuál era el propósito de su vida.
«El fuego en el Math había predicho Srila Bhaktisiddhanta se declaró casi inmediatamente. Algunos discípulos veteranos tuvieron una disputa sobre la sucesión del liderazgo en las mathas, y la situación se degradó rápidamente en disputas legales sobre la propiedad de los templos. Como grihastha y hombre de negocios, Abhay había tenido escasa participación en las actividades de la Gaudiya
Math, lo que iba a su favor en aquel momento. Estaba a cierta distancia del combate, pero lamentaba que la orden dada por su maestro espiritual a los discípulos para que trabajasen en cooperación no se tuviese en cuenta, y su unida institución de templos e imprentas se derrumbase.
Math, lo que iba a su favor en aquel momento. Estaba a cierta distancia del combate, pero lamentaba que la orden dada por su maestro espiritual a los discípulos para que trabajasen en cooperación no se tuviese en cuenta, y su unida institución de templos e imprentas se derrumbase.
Pronto estalló otra disputa mucho más grande: la Segunda Guerra Mundial. Con su táctica como el «principio de la negativa», los británicos hundieron muchos barcos indios que llevaban alimentos, y destruyeron buena parte de la cosecha de arroz de la parte oriental de la India, ante el temor de que el alimento cayese en manos del enemigo. Esto dejó hambrientos a los indios, y sin los barcos que necesitaban para comerciar. El hambre que originaron estos hechos fue la peor de las que habían azotado Bengala en ciento cincuenta años.
Abhay consiguió comprar justo lo suficiente para que su familia sobreviviese, pero veía, un mes tras otro, cómo los caminos y los espacios sin edificar se iban congestionando de mendigos, que preparaban su alimento en cocinas improvisadas, y dormían al aire libre o bajo los árboles. Veía niños hambrientos, rebuscando en los cubos de la basura algo que comer. De aquello no había más que un paso hasta pelear con los perros por una porción de basura, y esto también se volvió una escena corriente en las calles de Calcuta.
Abhay comprendía los sufrimientos del hambre a la luz de las enseñanzas de Srila Bhaktisiddhanta. Dios ha dispuesto que la Tierra pueda producir suficientes alimentos; el problema reside en la codicia y la mala administración de los hombres. «No hay escasez en el mundo –decía Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati. Lo único que escasea es la conciencia de Krishna más que nunca, parecía entonces apropiada esta visión espiritual, y Abhay estaba cada vez más impaciente por encontrar una manera de aplicar lo que sabía que era el remedio a todos los males. Convencido de que tenía un mensaje urgente para los ciudadanos del mundo, hartos de guerra, pensó en comenzar una publicación que presentase las crisis mundiales vistas con los ojos de las Escrituras, con el mismo estilo directo de su maestro espiritual. No había escasez de ideas, y había estado ahorrando el dinero de su negocio con esta intención.
Desde la sala de estar de su piso de Calcuta, Abhay concibió, escribió, corrigió, diseñó y mecanografió el manuscrito de una revista.
Le dio el título de Back to Godhead (De vuelta al Supremo): «Editada y fundada por Abhay Charan De, bajo la orden directa de Su Divina Gracia Sri Srimad BhaktiSiddhanta Saraswati Goswami Prabhupada.»
Abhay comprendía los sufrimientos del hambre a la luz de las enseñanzas de Srila Bhaktisiddhanta. Dios ha dispuesto que la Tierra pueda producir suficientes alimentos; el problema reside en la codicia y la mala administración de los hombres. «No hay escasez en el mundo –decía Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati. Lo único que escasea es la conciencia de Krishna más que nunca, parecía entonces apropiada esta visión espiritual, y Abhay estaba cada vez más impaciente por encontrar una manera de aplicar lo que sabía que era el remedio a todos los males. Convencido de que tenía un mensaje urgente para los ciudadanos del mundo, hartos de guerra, pensó en comenzar una publicación que presentase las crisis mundiales vistas con los ojos de las Escrituras, con el mismo estilo directo de su maestro espiritual. No había escasez de ideas, y había estado ahorrando el dinero de su negocio con esta intención.
Desde la sala de estar de su piso de Calcuta, Abhay concibió, escribió, corrigió, diseñó y mecanografió el manuscrito de una revista.
Le dio el título de Back to Godhead (De vuelta al Supremo): «Editada y fundada por Abhay Charan De, bajo la orden directa de Su Divina Gracia Sri Srimad BhaktiSiddhanta Saraswati Goswami Prabhupada.»
Sin embargo, tuvo que suplicar repetidamente a los funcionarios del gobierno el permiso de disponer de papel para publicar su periódico. Aunque no era más que una voz entre billones, sin apoyo, ni dinero, ni seguidores, confiaba en su guru y en Krishna. Tenía la convicción de su importante mensaje; por eso, incluso durante la guerra, entre explosiones y muertes, lanzó su primera publicación, «porque hay una gran necesidad de este tipo de escritos».
Durante la década de los cuarenta, la India fue el escenario de grandes acontecimientos nacionales de relevancia mundial. En 1947, la India lograba su tan largo tiempo ansiada independencia de Gran Bretaña. Pero la felicidad nacional se vio pronto seguida por el horror, cuando cientos de miles murieron en las luchas que siguieron a la división de la nación entre la India y Pakistán. Como Prabhupada recordaría más tarde: «Hemos visto en 1947 la lucha hindú-musulmana. Un bando era hindú, el otro musulmán. Lucharon, y muchos murieron. Y después de morir no se sabía quién era hindú ni quien era musulmán: los trabajadores del ayuntamiento recogían los cuerpos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario