Estilos
Ni perros , ni
caballos, ahora llega la terapia con vacas
Los mejores terapeutas te dejan rumiar
tus problemas y no dicen una palabra.

Mountain Horse Farm en el estado de Nueva York cobra $75 por pareja por
una sesión de abrazos que dura una hora. (Shane Lavalette para The New York Times)
Por ELISA MALA
NAPLES,
Nueva York — Los talentos naturales de Bella la convirtieron en una terapeuta
excelente: es tranquila y adaptable a una variedad de personalidades, con la
paciencia para escuchar problemas interminables sin un solo mugido de crítica.
Desde una
pastura exuberante y apartada en Mountain Horse Farm, una pensión de 13
hectáreas en la región de Finger Lakes en el Estado de Nueva York, Bella, de 3
años, y Bonnie, de 2, son híbridos de vaca escocesa y angus que brindan terapia
basada en animales.
Abrazar
vacas, como se llama la práctica, invita a la interacción con los animales al
cepillar, acariciar o sostener charlas sinceras con los bovinos. La experiencia
es similar a la terapia ecuestre, con una diferencia importante: los caballos
suelen estar parados, pero las vacas se echan de forma espontánea en la hierba
mientras rumian, lo que permite que los humanos interactúen más de cerca al
unírseles en el suelo y ofrecer un cálido abrazo.
“¿Pueden
ver lo tranquila que se pone?”, dijo Suzanne Vullers, de 51 años, una terapeuta
ecuestre que es copropietaria de la pensión con su esposo, Rudi Vullers,
también de 51 años. “Eso es lo que buscamos”, dijo. “Para la persona y la vaca”.

Rudi Vullers, que dirige la
granja Mountain Horse Farm. (Shane Lavalette para The New York Times)