Agustín - (354-430)
Los primeros teistas
San Agustin nació en Africa del Norte en 354, hijo de Patricio y Santa Mónica. El tuvo un hermano y una hermana, y todos ellos recibieron una educación cristiana. Su hermana llegó a ser abadesa de un convento y poco después de su muerte San Agustín escribió una carta dirigida a su sucesora incluyendo consejos acerca de la futura dirección de la congregación. Esta carta llego a ser posteriormente la base para la “Regla de San Agustín”, en la cual San Agustín es uno de los grandes fundadores de la vida religiosa.
Patricio, el padre de San Agustín fue pagano hasta poco antes de su muerte, lo cual fue una respuesta a las fervientes oraciones de su esposa, Santa Mónica, por su conversión. Ella también oró mucho por la conversión de su entonces caprichoso hijo, San Agustín. San Agustín dejó la escuela cuando tenía diez y seis años, y mientras se encontraba en esta situación se sumergió en ideas paganas, en el teatro, en su propio orgullo y en varios pecados de impureza. Cuando tenía diez y siete años inició una relación con una joven con quien vivió fuera del matrimonio durante aproximadamente catorce años. Aunque no estaban casados, ellos se guardaban mutua fidelidad. Un niño llamado Adeodatus nació de su unión, quien falleció cuando estaba próximo a los veinte años. San Agustín enseñaba gramática y retórica en ese entonces, y era muy admirado y exitoso. Desde los 19 hasta los 28 años, para el profundo pesar de su madre, San Agustín perteneció a la secta herética de los Maniqueos. Entre otras cosas, ellos creían en un Dios del bien y en un Dios del mal, y que solo el espíritu del hombre era bueno, no el cuerpo, ni nada proveniente del mundo material.
Hayagriva dasa: Agustín
consideraba el alma como espiritual e incorpórea, mas también creía que el alma
del individuo no existe antes del nacimiento. El alma alcanza su inmortalidad
solo en la muerte, y luego continúa viviendo eternamente.
Srila Prabhupada: ¿Si el
alma es creada, cómo es que es inmortal? ¿Cómo puede el alma no ser eterna a
veces?
Hayagriva dasa: Agustín
diría que el alma es inmortal después de ser creada, mas que llega a ser, en un
determinado momento.
Srila Prabhupada:
¿Luego, qué es para él la muerte?
Hayagriva dasa: Agustín
reconoce dos tipos de muerte: la muerte física, en la cual el alma abandona el
cuerpo; y la muerte del alma, que es la muerte experimentada por el alma,
cuando Dios la abandona. Al ser condenado, se enfrenta no sólo la muerte
física, sino también la muerte espiritual.
Srila Prabhupada:
Hablando de un modo figurado, cuando uno olvida su posición, sobrelleva una
suerte de muerte, pero el alma es eterna. Lo que Agustín llama muerte, es
olvido. Si uno está inconsciente, olvida su identidad, mas cuando uno está
muerto, no puede revivir su conciencia. Por supuesto, hasta que se obtenga la
liberación de la existencia material, se está espiritualmente muerto, aunque se
exista en la forma material. El olvido de nuestra verdadera identidad, es una
especie de muerte. Cuando revivimos nuestra conciencia de Dios, estamos
realmente vivos. En cualquier caso, el alma es eterna, y sobrevive a la
aniquilación del cuerpo.
Hayagriva dasa: Agustín
consideraba que en ciertos casos, el olvido es eterno.
Srila Prabhupada: No es
así. Siempre podemos revivir nuestra conciencia; tal es la convicción de este
movimiento de conciencia de Krsna. Cuando un hombre duerme, decimos que está
inconsciente, mas si lo llamamos, una y otra vez, el sonido de su nombre
ingresa a su oìdo, y se despierta. Asimismo, este proceso de cantar el
maha-mantra Hare Krsna, nos despierta a la conciencia espiritual. Luego podemos
vivir una vida espiritual.
Hayagriva dasa: Agustín
expresa que Dios abandona eternamente al alma condenada, a la perdición eterna.
Srila Prabhupada: Puede
que sea "eternamente abandonada" en el sentido que esté olvidada por
millones de años. Puede parecer eterno, pero nuestra conciencia espiritual
puede ser revivida en cualquier momento por la buena asociación, por el método
de oír y cantar. El servicio devocional, por lo tanto, comienza con sravanam,
oír. Especialmente al principio, oír es muy importante. Si oímos la verdad de
un alma autorealizada, podemos despertar a la vida espiritual y continuar espiritualmente
vivos en el servicio devocional.
Hayagriva dasa: En La
Ciudad de Dios, Agustín se refiere a dos ciudades, o sociedades: una demoníaca
y la otra divina. En una ciudad, el factor de unión es el amor por Dios y el
espíritu; y en la otra, domina el amor por la carne y el mundo. Agustín
escribe: Hay dos amores, el uno, es santo, el otro es impío; el uno es social,
el otro, individualista; el uno se halla sujeto a Dios, el otro se yergue como
un rival de Dios.
Srila Prabhupada: En el
Srimad-Bhagavatam se brinda una alegoría similar. El cuerpo es comparado a una
ciudad, y el alma es comparada al rey de dicha ciudad. El cuerpo tiene nueve
puertas, y el rey puede abandonar la ciudad a través de las mismas. Estas
detalladas descripciones se brindan en el Srimad-Bhagavatam.
Hayagriva dasa: Agustín
parece admitir la trascendencia de Dios, pero no Su omniprescencia como
Paramatma, acompañando a cada alma individual. El escribe: "Dios no es el
alma de todas las cosas, sino el hacedor de todas las almas".
Srila Prabhupada: Luego,
¿cómo sería omnipenetrante? El Paramatma es aceptado como la Superalma, tanto
en el Brahma-samhita como en el Bhagavad-gita.
upadrastanumanta ca
bharta bhokta mahesvarah
paramatmeti capy ukto
dehe'smin purusah parah
"Empero en este cuerpo,
hay otro, un disfrutador trascendental, quien es el Señor, el propietario
supremo, quien existe como el supervisor y sancionador, y quien es conocido
como la Superalma". (Bg. 13.23). Dios está presente en cada átomo.
vistabhyaham idam krtsnam
ekamsena sthito jagat
"Con un solo
fragmento Mío, Yo impregno y sostengo todo este universo". (Bg. 10.42).
vadanti tat tattva-vidas
tattvam yaj jñanam advayam
brahmeti paramatmeti
bhagavan iti sabdyate
"Los
trascendentalistas eruditos, que conocen la Verdad Absoluta, llaman a esta
sustancia no dual Brahman, Paramatma y Bhagavan". (Bhag. 1.2.11).
Ciertamente, Dios posee la potencia de la omnipresencia. Esto es innegable.
Hayagriva dasa: Agustín
disiente con la expresión de Orígenes de que el cuerpo es como una prisión. El
escribe: "Si la opinión de Orígenes y sus seguidores, fuera cierta, -que
la materia fue creada, que las almas están encerradas en los cuerpos, como en
penitenciarías; un castigo por haber pecado-, luego los cuerpos más elevados y
sutiles, serían para aquellos cuyos pecados fueron leves, y los inferiores y
más pesados, para aquellos cuyos crímenes fueron grandes".
Srila Prabhupada: El
alma es esencialmente parte y porción de Dios, pero está aprisionada en
diferentes tipos de cuerpos. En el Bhagavad-gita, Krsna dice:
sarva-yonisu kaunteya
murtayah sambhavanti yah
tasam brahma mahad yonir
aham bija-pradah pita
"Oh, hijo de Kunti,
debe entenderse que todas las especies de vida son posibles, mediante el
nacimiento en la naturaleza material, y que Yo soy el Padre que aporta la
semilla". (Bg. 14.4). Las diferentes especies provienen de la naturaleza
material, la madre. Se hallan en la tierra, en el agua, en el aire, e incluso
en el fuego. Las almas individuales, sin embargo, son parte y porción del
Supremo, quien las impregna dentro de este mundo material. La entidad viviente
luego sale a este mundo material, a través del vientre de alguna madre. Parece
que el alma proviene de la materia, pero no está compuesta de materia. Las
almas, siempre parte y parcela de Dios, asumen diferentes tipos de cuerpos, de
acuerdo a los deseos y actividades pías o impías. Los deseos del alma,
determinan los cuerpos superiores o inferiores. En todo caso, el alma es la
misma. Por ello se dice que quienes son avanzados en la conciencia espiritual,
observan la misma alma en todos y cada uno de los cuerpos, sea el cuerpo de un
brahmana o de un perro.
vidya-vinaya-sampanne
brahmane gavi hastini
suni caiva svapake ca
panditah sama-darsinah
"El sabio humilde,
en virtud del conocimiento verdadero, contempla con la misma visión a un
brahmana amable y erudito, a una vaca, un elefante, un perro, y un comedor de
perro (descastado)". (Bg. 5.18)
Hayagriva dasa: Agustín
consideraba a Adán la raíz de la humanidad. El escribe: "Dios sabía cuán
bueno sería para la humanidad, el recordar que la raza humana tiene su origen
en un hombre, precisamente para demostrar cuánto Le place a Dios que los hombres,
aunque muchos, sean uno".
Srila Prabhupada:
Nuestra concepción Védica es similar. Nosotros decimos que la humanidad ha
venido de Manu. De Manu, obtenemos la palabra sánscrita manusah, que significa
"proveniente de Manu" o "ser humano". El propio Manu, proviene
de Brahma, quien es el primer ser viviente. De tal modo, los seres vivientes
provienen de otros seres vivientes, no de la materia. Brahma, a su vez,
proviene del Señor Supremo, como rajo-guna avatara. Por cierto, Brahma es la
encarnación de la rajo-guna, la modalidad de la pasión. Todos los seres
vivientes, en definitiva, provienen del Ser viviente Supremo.
Hayagriva dasa: Al igual
que Orígenes, Agustín consideraba que el alma era creada en un momento dado,
mas a diferencia de Orígenes, rechazó la reencarnación: "Que estos
Platónicos cesen de amenazarnos con la reencarnación, como un castigo para
nuestras almas. La reencarnación es ridícula. No existe tal cosa como un
regreso a esta vida, para el castigo de las almas. Si nuestra creación, incluso
como mortales, se debe a Dios, ¿cómo puede ser que el regreso a los cuerpos,
los cuales son un regalo de Dios, sea un castigo?".
Srila Prabhupada: ¿Cree
él acaso que la asunción de un cuerpo de un cerdo o criatura inferior similar,
no es un castigo? ¿Porqué una persona obtiene el cuerpo del Rey Indra o del
Señor Brahma, y otra, el cuerpo de un cerdo o un insecto? ¿Cómo explica el
cuerpo de un cerdo? Si el cuerpo es un regalo de Dios, también puede ser un
castigo de Dios. Cuando uno es recompensado, obtiene el cuerpo de un Brahma o
de un Rey Indra, y si es castigado, obtiene el cuerpo de un cerdo.
Hayagriva dasa: ¿Y en el
caso del cuerpo humano? ¿Es eso un don o un castigo?
Srila Prabhupada: Hay
muchas personas que están bien situadas, y otras que están sufriendo. El
sufrimiento y el disfrute toman lugar de acuerdo al cuerpo. Como se explica en
el Bhagavad-gita:
matra-sparsas tu kaunteya
sitosna-sukha-dukha-dah
agamapayino'nityas
tams titiksasva bharata
"Oh, hijo de Kunti,
la aparición temporal de la felicidad y la aflicción, y su desaparición, en el
debido momento, son como la aparición de las estaciones de Invierno y Verano.
Oh, hijo de Bharata, las mismas surgen de la percepción de los sentidos, y se
debe aprender a tolerarlas sin perturbarse". (Bg. 2.14). Un anciano
percibe el frío con más sensibilidad, mientras que un niño quizás no lo
perciba. La percepción es relativa al cuerpo. Un animal puede estar desnudo y
no sentir frío, mientras que un hombre, no. Así pues, el cuerpo es una fuente
de sufrimiento y disfrute. O podemos considerar, de castigo y recompensa.
Hayagriva dasa: Agustín
opina que el alma de cada hombre, no está necesariamente condenada a la tierra,
debido a su propio deseo o pecado, sino debido al pecado original de Adán, el
primer hombre. El escribe: "Cuando la primera pareja (Adán y Eva) fueron
castigados por el juicio de Dios, toda la raza humana... estaba presente en el
primer hombre. Y lo que nació, no fue la naturaleza humana como fuera creada
originalmente, sino que se convirtió en lo que fue, después del pecado y
castigo de los primeros padres", al menos, en la medida de lo que
concierne al origen del pecado y de la muerte. En este sentido, el individuo
comparte el karma de toda la raza.
Srila Prabhupada: Si
éste fuera el caso, ¿porqué llama 'regalo' al cuerpo? ¿Porqué dice que no es un
castigo? El hombre original fue castigado, así como el hombre que le sucedió,
etc. A veces el hijo hereda la enfermedad del padre. ¿Acaso no es una suerte de
castigo?
Hayagriva dasa: ¿Luego
la forma humana es un castigo en sí mismo?
Srila Prabhupada: Sí. Al
mismo tiempo, pueden considerar a la forma humana como un regalo, porque es
dada por Dios. Debemos pensar que si Dios nos ha dado este cuerpo para
castigarnos, es Su misericordia, porque por sobrellevar el castigo, nos
purificamos y progresamos en dirección a Dios. Los devotos piensan de ese modo.
Aunque el cuerpo sea una forma de castigo, lo consideramos una recompensa,
porque por sobrellevar el castigo, progresamos hacia la realización de Dios.
Aun en el caso que Dios brinde el cuerpo para nuestra corrección, debe ser
considerado un don.
Hayagriva dasa: Agustín
opinaba que el cuerpo físico precede al espiritual: "Donde se observa un
cuerpo natural, asoma un cuerpo espiritual. Si existe un cuerpo natural, hay
asimismo un cuerpo espiritual... Mas no es lo espiritual lo que viene primero,
sino lo físico. El primer hombre es de tierra, terrenal; el segundo hombre es
del Cielo, celestial... Mas el cuerpo aquel, del espíritu dador de vida, será
espiritual e inmortal, y nunca morirá, bajo ninguna condición. Será inmortal,
tal como el alma creada es inmortal".
Srila Prabhupada: ¿Por
qué habla de inmortalidad, solo en relación con el hombre? Toda entidad
viviente posee un cuerpo inmortal. Como dijéramos, entrar al cuerpo mortal, es
una suerte de castigo. El individuo sobrelleva un proceso evolutivo, de las
especies inferiores a las superiores. Toda alma es parte y porción de Dios, mas
debido a determinada actividad pecaminosa, la entidad viviente viene a este
mundo material. En la Biblia se expresa que debido a la desobediencia a Dios,
Adán y Eva perdieron el Paraíso en el cielo, y debieron venir a este mundo
material. El alma pertenece al Paraíso en el cielo, los planetas de Krsna, pero
de un modo u otro, ha caído a este mundo material y ha tomado un cuerpo.
Conforme a nuestras actividades, somos elevados o degradados, como un semidiós,
ser humano, animal, arbol o planta. Esto se confirma en las literaturas
Védicas. Nuestra vida espiritual real comienza cuando nos liberamos de la
contaminación material, o transmigración.
Hayagriva dasa: Respecto
a la paz, Agustín escribe: "La paz entre un hombre mortal y su Hacedor,
consiste en la obediencia debida, guiada por la fé, bajo la ley eterna de Dios;
la paz entre los hombres, consiste en la camaradería regulada... La paz de la
ciudad celestial, yace en la comunión armoniosa y perfectamente ordenada de
aquellos que hallan su gozo en Dios, y en nadie más, aparte de Dios. La paz, en
su sentido último, es la calma que proviene del orden".
Srila Prabhupada: Paz
significa entrar en contacto con la Suprema Personalidad de Dios. Un hombre en
ignorancia, considera que él es el disfrutador de este mundo, mas cuando entra
en contacto con la Suprema Personalidad de Dios, el controlador supremo,
entiende que Dios es el disfrutador. Nosotros somos sirvientes, creados para aportar
disfrute a Dios. Un sirviente, suple las necesidades de su amo. En realidad, el
amo no posee necesidades, mas el disfruta de la compañía de sus sirvientes,
quienes a su vez, disfrutan de su compañía. Un sirviente público es muy feliz
al recibir un buen empleo gubernamental, y el amo es feliz por tener un
sirviente tan fiel. Esta es la relación entre el alma individual y Dios, y
cuando esta relación es destruída, se dice que el alma individual existe en
Maya. Cuando la relación es restaurada, el individuo se sitúa en su conciencia
espiritual, la cual denominamos conciencia de Krsna, por la cual comprende que
el Dios Supremo es el verdadero disfrutador, así como el Ser Supremo. Cuando
comprendemos las cualidades trascendentales de Dios, nos volvemos felices y
alcanzamos la paz.
Hayagriva dasa: Agustín
opinaba que ni la meditación ni la actividad debían ser exclusivas, sino
complementarse entre sí: "Ningún hombre debe estar tan abocado a la
contemplación, que no preste atención a las necesidades de su vecino, ni tan
absorto en la actividad, como para descuidar la contemplación de Dios".
Srila Prabhupada: A
menos que se piense en Dios, ¿cómo se puede ser activo en el servicio de Dios?
La real meditación, es meditación en la Suprema Personalidad de Dios, o la
Superalma, en lo profundo del corazón. No obstante, la meditación y la
actividad deben ir juntas. Si nos sentamos a pensar en Dios, es encomiable,
pero si trabajamos para Dios, como Dios desea, nuestra posición es superior. Si
ustedes me aman, y simplemente se sientan a pensar en mí, eso es encomiable.
Eso puede ser considerado meditación, sin embargo, si ustedes me aman, es mejor
que lleven a cabo mis órdenes. Eso es más importante.
Hayagriva dasa: Agustín
concebía un mundo espiritual, en el cual el movimiento de los cuerpos
espirituales "será de una belleza tan inconcebible, que no oso decir nada
más: Habrá tal pose, tal gracia, tal belleza, como puede haberla en un sitio
donde no cabe que suceda nada impropio. Dondequiera desee estar el espíritu, allí,
en un segundo, el cuerpo estará... Dios será la fuente de toda satisfacción. El
será la consumación de todos nuestros deseos, el objeto de nuestra visión
infinita, de nuestro amor eterno, de nuestra alabanza sin fin...El alma
bienaventurada, continuará poseyendo libre voluntad, aunque el pecado no tendrá
fuerza para tentarla".
Srila Prabhupada: Sí, el
pecado no puede rozar a quien está en contacto con Dios. Conforme a nuestros
deseos, nos asociamos con las modalidades de la naturaleza material y
adquirimos diferentes tipos de cuerpos. La naturaleza, el agente de Krsna, nos
concede facilidades, al concedernos un cuerpo, que es tal como una máquina.
Cuando el hijo insiste, "Padre, dame un triciclo", el padre
afectuoso, accede. Esta es una relación típica padre-hijo. Como se explica en
el Bhagavad-gita:
isvarah sarva-bhutanam
hrd-dese'rjuna tisthati
bhramayan sarva-bhutani
yantrarudhani mayaya
"Oh, Arjuna, el
Señor Supremo está situado en el corazón de todos y dirige el andar de todas
las entidades vivientes, que están sentadas como en una máquina hecha de
energía material". (Bg. 18.61). El Padre Supremo, Krsna, está dentro del
núcleo del corazón de todos. Como la entidad viviente lo desea, el Padre
suministra un cuerpo fabricado por la naturaleza material. Este cuerpo está
destinado a sufrir, mas los cuerpos espirituales en los Vaikunthas, no están
sujetos al nacimiento, la vejez, la enfermedad o la muerte, ni a las tres
clases de miserias. Ellos son eternos, y plenos de conocimiento y
bienaventuranza.
Hayagriva dasa: Para
Agustín, la mente, la razón y el alma, son una y la misma.
Srila Prabhupada: No,
son entidades diferentes. La mente actúa conforme a la inteligencia, pero la
inteligencia de las diferentes entidades vivientes, difiere. Asimismo, también
difiere la mente. La inteligencia de un perro, no es igual a la de un ser
humano, mas esto no significa que el perro no tenga alma. El alma está ubicada
en cuerpos diferentes, que poseen diferentes tipos de inteligencia y diferentes
maneras de pensar, actuar, sentir y desear. De manera que la mente y la
inteligencia, difieren de acuerdo al cuerpo, pero el alma es la misma.
Hayagriva dasa: Al
identificar al cuerpo con la razón, Agustín podía justificar la matanza de
animales. El escribe: "Ciertamente, ciertas gentes intentan extender la
prohibición ('No matarás) a las bestias y el ganado, y convertir en ilegal la
matanza de dichos animales. Mas en ese caso, ¿porqué no incluir a las plantas y
a toda cosa que tenga raíces y se alimente del suelo?... Haciendo a un lado
esta insensatez, nosotros no aplicamos 'No matarás' a las plantas, porque ellas
no poseen sensibilidad; ni a los animales irracionales que vuelan, nadan,
caminan o reptan, porque no nos une a ellos ningún lazo común o asociación.
Merced al ordenamiento sabio del creador, ellos están creados para nuestra
disposición, vivos o muertos. Solo nos resta aplicar el mandamiento 'No
matarás' al hombre, a uno mismo y a los demás".
Srila Prabhupada: La
Biblia dice, 'No matarás', sin cualificación. Nuestra filosofía Védica admite
que una entidad viviente sirve como alimento a otra entidad viviente. Eso es
natural. Como se declara en el Srimad-Bhagavatam, los animales con manos, comen
a los animales sin manos. Los animales de cuatro patas, comen a los animales
que no se pueden mover, asi como las plantas y los vegetales. Así pues, el
débil sirve de alimento al fuerte. Esta es la ley natural. Nuestra filosofía de
conciencia de Krsna, sin embargo, no se basa en la opinión de que la vida
vegetal sea menos sensible que la vida animal, o la vida animal, menos sensible
que la vida humana. Nosotros consideramos a todos los seres humanos, animales,
plantas y àrboles, como entidades vivientes, almas espirituales. Podemos comer
ya sea un vegetal o un animal, lo que fuere, mas inevitablemente debemos comer
alguna entidad viviente. En consecuencia, se torna en una cuestión de
selección. Aparte de los vegetales, o la dieta no vegetariana, nosotros nos
interesamos básicamente en el Krsna prasadam. Solo tomamos los remanentes de lo
que sea que Krsna coma. En el Bhagavad-gita,
Krsna dice:
patram puspam phalam toyam
yo me bhaktya prayacchati
tad aham bhakty-upahrtam
asnami prayatatmanah
"Si alguien Me
ofrece con amor y devoción una hoja, una flor, fruta o agua, Yo lo
aceptaré". (Bg. 9.26). Nos interesa tomar los remanentes de la comida de
Krsna, la cual llamamos prasadam, misericordia. No tocaríamos la carne, ni nada
más que no esté ofrecido a Krsna.
yajña-sistasinah santo
mucyante sarva-kilbisaih
bhuñjate
te tv agham papa
ye pacanty atma-karanat
"Los devotos del
Señor, están liberados de toda clase de pecados, porque comen el alimento
ofrecido primero en sacrificio. Los otros, que preparan comida para el disfrute
sensorial personal, verdaderamente ingieren pecado". (Bg. 3.13.)
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