viernes, 13 de abril de 2012

SRI SIKSASTAKAM POR EL SEÑOR SRI CAITANYA MAHAPRABHU

Sri Caitanya Mahaprabhu, 


Dejo esta importante información, la esencia de Conciencia de Krishna. No debemos repetir estos versos como loros, pero debemos llegar a esta realización. Si cantamos Hare Krishna pero no tenemos realización de estos versos.  Aún no hemos entendido  la esencia de cantar Hare Krishna.

No importa en qué  posición nos encontremos  sea un  nuevo devoto o viejo devoto, lo importante es la realización y no solo la repetición del cantar Hare Krishna o practicar este proceso superficialmente, sin ninguna realización de esta manera   uno no obtendrá el resultado.

Sri Caitanya Mahaprabhu  


Los ocho ślokas que compuso el Señor, son:

cheto-darpana-marjanam bhava-maha--davagni-nirvapanam
shreyah-kairava-chandrika-vitaranam vidya-vadhu-jivanam
anandambudhi-vardhanam prati-padam purnamritaswadanam
sarvatma-snapanam param vijayate sri-krishna-sankirtanam 

1
Gloria al saṅkīrtana de Śrī Kṛṣṇa, que limpia el corazón de todo el polvo acumulado por años, y extingue el fuego de la vida condicionada, de reiterados nacimientos y muertes. Este movimiento de saṅkīrtana es la bendición principal para toda la humanidad, pues difunde los rayos de la Luna de la bendición; es la vida de todo el conocimiento trascendental, aumenta el océano de la bienaventuranza trascendental, y nos permite saborear plenamente el néctar que siempre estamos ansiando.

namnam akari bahudha nija-sarva-shaktis
tatrarpita niyamitah smarane na kalah
etadrishi tava kripa bhagavan mamapi
durdaivam idrisham ihajani nanuragaha 

2
¡Oh, mi Señor!, sólo Tu santo nombre puede otorgarles toda clase de bendiciones a los seres vivientes, y por eso Tú tienes cientos y millones de nombres, tales como Kṛṣṇa y Govinda. En estos nombres trascendentales has invertido todas Tus energías trascendentales, y ni siquiera hay reglas estrictas para cantar esos nombres. ¡Oh, mi Señor!, Tú eres tan bondadoso, que nos has permitido acercarnos a Ti fácilmente mediante el canto de Tus santos nombres, pero yo soy tan desafortunado, que no siento atracción por ellos.

trinad api sunichena
taror api sahishnuna
amanina manadena
kirtaniyah sada harih

3
Uno debe cantar el santo nombre del Señor en un estado mental humilde, considerándose más bajo que la hojarasca de la calle; uno debe ser más tolerante que un árbol, estar exento de todo sentimiento de vanidad, y estar dispuesto a ofrecerles pleno respeto a los demás. En semejante estado mental, uno puede cantar el santo nombre del Señor constantemente.




na dhanam na janam na sundarim
kavitam va jagad-isha kamaye
mama janmani janmanishvare
bhavatad bhaktir ahaituki twayi


4
¡Oh, Señor todopoderoso!, no tengo ningún deseo de acumular riquezas, ni tampoco deseo bellas mujeres, ni quiero tener seguidor alguno. Lo único que quiero es Tu servicio devocional sin causa, nacimiento trás nacimiento.

ayi nanda-tanuja kinkaram
patitam mam vishame bhavambudhau
kripaya tava pada-pankaja-
sthita-dhuli-sadrisham vichintaya 




5
¡Oh, hijo de Mahārāja Nanda [Kṛṣṇa]!, yo soy Tu siervo eterno, mas aun así, de una manera u otra he caído en el océano del nacimiento y de la muerte. Por favor, rescátame de este océano de muerte, y colócame en Tus pies de loto, como uno de los átomos de ellos.

nayanam galad-ashru-dharaya
vadanam gadgada-ruddhaya gira
pulakair nichitam vapuh kada
tava nama-grahane bhavishyati 

6
¡Oh, mi Señor!, ¿cuando se adornarán mis ojos con lágrimas de amor que fluyan constantemente al cantar Tu santo nombre? ¿Cuando se me ahogará la voz y se erizarán los vellos de mi cuerpo al recitar Tu nombre?

yugayitam nimeshena
chakshusha pravrishayitam
shunyayitam jagat sarvam
govinda-virahena me

7
¡Oh, Govinda!, sintiendo la separación de Ti, considero que un momento es como doce años o más. Lágrimas fluyen de mis ojos como torrentes de lluvia, y en Tu ausencia me estoy sintiendo totalmente vacio en el mundo.

ashlishya va pada-ratam pinashtu mam
adarshanan marma-hatam karotu va
yatha tatha va vidadhatu lampato
mat-prana-nathas tu sa eva naparah

8
Yo no reconozco a nadie más que a Kṛṣṇa como mi Señor, y Él lo seguirá siendo aunque me maltrate con Su brazo, o aunque me destroce el corazón con no estar presente ante mí. Él es completamente libre de hacer todo lo que quiera, pues siempre es mi Señor venerable, incondicionalmente.

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