martes, 29 de julio de 2025

Una pequeña criatura con un gran corazón

 

En la antigüedad, existía un gran templo del Señor Śrī Rāma , situado a orillas del sagrado río Ganges. Devotos de todas partes acudían a ofrecer flores, incienso, lámparas y alimentos al Señor con profunda devoción. El templo rebosaba de riqueza y opulencia: sus suelos eran de mármol pulido, su cúpula estaba cubierta de tallas doradas y sus sacerdotes vestían túnicas de seda.

Entre los miles de peregrinos y sacerdotes, nadie notó una pequeña araña que vivía tranquilamente en un rincón del salón del templo. Mientras otros ofrecían joyas y alcanfor, esta pequeña araña, día tras día, realizaba un servicio peculiar: tejía una pequeña tela para proteger el altar del polvo .

No era solo instinto. La araña tenía devoción en su corazón. Pensó: «Déjame hacer lo que pueda. Si logro que una sola mota de polvo no toque al Señor, mi vida será un éxito».

Un Sabio Poderoso Objetos

Un día, el gran sabio Śrī Hanumān , en forma de mono, como solía ser, entró en el templo. Se inclinó profundamente ante su amado Señor Rāma y luego comenzó a limpiar el templo con su cola, usándola como una escoba para eliminar cualquier rastro de impureza.

Al acercarse al altar, vio una telaraña tejida por la araña . Disgustado, Hanumān rugió: "¿Qué es esta inmundicia cerca del altar de mi Señor?". Y de un solo golpe, rompió la tela y aplastó a la araña bajo su cola.

En ese mismo momento, una voz divina resonó desde la deidad del Señor Rāma:

Oh Hanumān, mi querido siervo, tienes una fuerza inmensa y un gran amor por Mí. Has construido puentes y quemado ciudades por Mí. Pero debes saber esto: esa pequeña araña también me sirvió con todo su corazón. Su tela, aunque pequeña y frágil, era una guirnalda de amor. Has arrancado su cuerpo, pero su alma ahora viene a Mí.

Hanumān quedó atónito. Con lágrimas en los ojos, se inclinó ante el Señor y ofreció una oración de arrepentimiento:
«Ahora comprendo, oh Señor, que no te complace la magnitud del servicio, sino la humildad y la sinceridad que lo respaldan».

Recompensa divina

El alma de la araña, purificada por su humilde devoción, fue elevada por los asistentes personales del Señor y llevada al mundo espiritual , donde tomó una hermosa forma para servir eternamente al Señor.


Lecciones que aprender:

  • Incluso el acto más pequeño , si se realiza con devoción, agrada inmensamente al Señor.
  • El Señor mira el corazón , no el tamaño ni el reconocimiento de la ofrenda.
  • Los grandes devotos también deben permanecer humildes y respetuosos hacia los esfuerzos de los demás.
  • Como se enseña en el Padma Purāṇa : “na hi bhaktena sadr̥śaḥ paro lokeṣu kaścana”
    “No hay nadie más grande en todos los mundos que aquel que sirve al Señor con devoción”.

Origen de la historia: Padma Purāṇa – Una narración sagrada que ilustra la humildad de la verdadera devoción y cómo incluso la ofrenda sincera de una araña puede atraer la gracia eterna del Señor.

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