lunes, 17 de julio de 2023

Historia De Sakuntala . Sambhava (Los Orígenes)


 

Historia De Sakuntala . Sambhava (Los Orígenes).

Capítulo I DUSHMANTA

DUSHMANTA fue un poderoso rey de la dinastía Paurava. Durante su reinado no había mestizaje entre sus súbditos, no había necesidad de arar la tierra o hacer minas y nadie hacía el mal. Todos eran virtuosos y hacían las cosas por motivos virtuosos. No existía el miedo a los ladrones, ni al hambre, ni a la enfermedad. Todos, en las cuatro categorías sociales, se contentaban con hacer sus respectivas tareas y nunca realizaban ritos religiosos con el propósito de que se cumplieran sus deseos. Los cielos traían la lluvia en la estación apropiada y los productos del campo siempre eran carnosos y jugosos.

 

La Tierra estaba llena de todo tipo de riquezas y de todo tipo de animales. El joven Dushmanta estaba dotado de una gran fortaleza, era amado por sus súbditos y gobernaba su satisfecho pueblo virtuosamente. En una ocasión, se fue a cazar a los bosques con una numerosa comitiva de soldados de a pie, caballería, carros y elefantes. Después de cazar en varios bosques y de atravesar una zona desértica, el rey llegó a un precioso bosque sobre el delta del río Malini en el que había numerosos santuarios de ascetas. Era la morada de Kanwa, un famoso rishi de la escuela Kasyapa, cuyos méritos eran tales que debido a su esplendor resultaba difícil fijar la vista en él. Deseoso de ver al rishi, Dushmanta dijo a sus tropas: « Voy a ver al gran rishi de la dinastía Kasyapa.

 

Quedáos aquí hasta que yo regrese ». Y despojándose de todos los signos de realeza, entró en el bosque acompañado solamente por su ministro y su sacerdote. Al poco, llegó a la ermita de Kanwa y dejando fuera a sus dos acompañantes entró en ella en busca del rishi. Dentro se encontró con una hermosa joven que le conoció al instante y le preguntó qué deseaba. « He venido a presentar mis respetos al venerable Kanwa. ¿Dónde se encuentra en este momento? », dijo el rey, a lo cual la joven respondió: « Mi ilustre padre ha ido al bosque a buscar frutos. Esperad un momento y le veréis llegar. » Entonces el rey miró a la joven que le había hablado y vio que tenía hermosas caderas, una perfecta simetría en su figura, y una encantadora sonrisa. Estaba radiante y adornada 22 Historia De Sakuntala 23 simplemente con el brillo que le daban sus austeridades y la calma de su humildad. Fascinado por su belleza el rey le dijo: « ¿Quién eres tú, hermosa muchacha?, ¿por qué estás en estos bosques?, ¿de dónde eres?; pues con sólo mirarte, preciosa mía, me has robado el corazón ». Ella se rió y dijo con una voz muy dulce: « Soy la hija del venerable Kanwa, el ilustre asceta ». Dushmanta dijo: — El universalmente alabado Kanwa es alguien que jamás ha derramado su semen. Antes se desviaría el propio Dharma de su curso que rompería su voto este santo asceta. ¿Cómo puedes, pues, haber sido tú su hija?. Sakuntala dijo: — En realidad soy su hija adoptiva. Una vez oí a mi padre contarle a un rishi la historia de mi nacimiento. Esto es lo que le dijo: 

El rey Viswamitra realizó austeridades y penitencias durante mucho tiempo. Con el poder que estaba adquiriendo por ellas llegó a alarmar al mismo Indra, el cual temió que el poderoso asceta pudiera echarle de su trono en los cielos. Entonces Indra pidió ayuda a Menaka, la primera de las Apsaras celestiales, diciéndole: “Ve a tentar a Viswamitra con tu belleza, tus artes y tus sonrisas para que tenga que dejar sus austeridades.” Menaka, sabiendo que Viswamitra tenía muy mal carácter, tenía miedo de acercarse a él. Le dijo a Indra: “Si tú le temes, ¡cómo no le voy a temer yo!. Cumpliré tus órdenes siempre que tú me protejas y tenga la ayuda adecuada. Haz que Marut (el dios del viento) me quite las ropas cuando yo esté jugando ante él, y que en ese momento traiga una brisa fragante de los bosques; y haz que Manmatha (el dios del amor) me ayude en mi empresa”. »Con este plan, la tímida y hermosa Menaka entró en la ermita de Viswamitra y saludando al rishi comenzó a jugar ante él. En esto, el viento le quitó los vestidos y ella corrió tras ellos mostrando su nerviosismo y su vergüenza. Viswamitra, al verla desnuda y apreciar su juventud y su belleza, cayó presa del amor y del deseo, y le hizo señas para que se acercase. Ella accedió encantada y ambos pasaron mucho tiempo juntos haciendo el amor en los bosques, aunque a ellos les pareció que sólo había pasado un día. De esa unión nació Sakuntala.

 

Menaka dio a luz a orillas del río Malini en su curso por los hermosos valles de los Himalayas. Dejó al bebé a la orilla del río y regresó a la corte de Indra. »Protegida por buitres todo alrededor, ningún animal hizo daño a la niñita de Menaka. Regresaba yo de mis abluciones en el río, cuando acerté a pasar por allí y la vi rodeada de esas aves. La cogí y me la traje aquí haciéndola mi hija de acuerdo a la ley: “Hay tres clases de padres: El que engendra al niño, el que salva su vida y el que lo alimenta”. Y como la encontré rodeada de aves, la llamé Sakuntala26. Así es como Sakuntala se convirtió en mi hija y ella también me considera su padre. » 26Sakunta: Ave. 24 Mahabharata Al oír todo esto, Dushmanta dijo: « Estaba muy claro que debías ser hija de un rey. Cásate conmigo y te daré todo lo que me pidas: Oro, vestidos, joyas, alfombras de la mayor finura. Todo mi reino será tuyo hoy. Ven a mí y cásate conmigo según la forma Gandharva, pues de todas las formas de matrimonio la del estilo Gandharva es la mejor ». Sakuntala dijo: « Mi padre salió de la ermita a buscar fruta y no tardará en llegar; espera un momento y él me entregará a ti ». Dushmanta replicó: « ¡Oh preciosa mía!, Quiero que seas mi compañera de por vida. Cada cual es su mejor amigo y puede depender de si mismo; por tanto, según la ley tú puedes entregarte tú misma. Hay ocho tipos de matrimonio, cada uno apropiado para un tipo de personas. Los tipos Gandharva y Rakshasa son apropiados para los Kshatriyas. No debes tener la menor duda de que podemos unirnos de acuerdo a cualquiera de estas dos formas o de acuerdo a una mezcla de las dos. Yo estoy embargado por el deseo y si tú lo estás también, puedes hacerte mi esposa según la forma Gandharva ». Sakuntala respondió: « Si esto es lo que aprueba la Ley, si soy dueña de mí misma, entonces escucha mi condición para celebrar este matrimonio secreto: Promete que mi hijo será nombrado tu sucesor. Si así lo haces, puedes yacer conmigo. » El rey, sin dudarlo un momento le contestó: « Que así sea. Y te digo más: te llevaré conmigo a mi ciudad porque tú lo mereces. » Y diciendo esto la tomó por la mano y yacieron juntos.

 

Después el rey se marchó, no sin antes confortarla y decirle muchas veces que tenía que irse sin ella porque no tenía en ese momento un medio de transporte adecuado para ella, pero que enviaría una comitiva a buscarla para escoltarla hasta el palacio. En su camino de regreso, el rey llevaba un peso en el corazón: « ¿Qué hará el venerable asceta cuando sepa lo ocurrido? », pensaba Dushmanta. Y con esta preocupación entró en su capital. En cuanto el rey se marchó, Kanwa llegó a su morada; pero Sakuntala, avergonzada, no salió a recibirle. El gran asceta, sin embargo, vio todo lo ocurrido con su ojo espiritual y estuvo complacido, así que le dijo a su hija: « Puesto que desciendes de un rey, lo que has hecho hoy —tener relaciones con un hombre— no es una transgresión de la Ley, pues el tipo gandharva de matrimonio, en secreto, sin rituales, entre un hombre enamorado y una mujer que desea entregarse, es el mejor para los Kshatriyas. Dushmanta, el hombre al que te has entregado amorosamente es un buen hombre; y vuestro hijo será ilustre y poderoso ». Entonces Sakuntala tomó la carga de frutas que traía su padre, le lavó los pies y le dijo: « Seria adecuado que dieses tu bendición a este Dushmanta que he tomado por esposo, así como a todos sus ministros

 

Kanwa respondió: « Así lo haré, pero ahora pídeme tú el don que desees ». Y movida por el deseo de beneficiar a Dushmanta, Sakuntala pidió que los reyes de la dinastía Paurava fuesen siempre virtuosos y nunca perdiesen el trono. Historia De Sakuntala 25 — Sakuntala dio a luz un hijo de inmensa energía. Cuando éste tenía tres años su esplendor era como el de un fuego. Kanwa se encargó de celebrar los ritos religiosos correspondientes para aquél niño que iba creciendo día a día. Siendo aún muy joven era capaz de enfrentarse a un león. Tenia en la palma de su mano todos los signos auspiciosos y su frente era ancha y despejada. Cada día era más fuerte y hermoso con el esplendor de un ser celestial. Cuando tenía seis años era capaz de atrapar leones, tigres, osos, búfalos y elefantes y atarlos a los árboles que había alrededor de la ermita de Kanwa. Y era capaz de cabalgar sobre ellos y domarlos. Por estas proezas los moradores de aquella ermita le llamaron Sarvadamana (el domador). Viendo la fortaleza del niño y sus proezas, Kanwa le dijo a Sakuntala que había llegado el momento de que el niño fuese nombrado heredero al trono. Entonces Kanwa ordenó a sus discípulos que llevasen a Sakuntala y a su hijo a junto de su marido. Dijo Kanwa: « No es bueno que una mujer viva demasiado tiempo en casa de sus padres. Tal residencia es contraria a su buena reputación, a su buena conducta y a su virtud ». Aquel mismo día partieron para Hastinapura y Sakuntala dejó los bosques donde Dushmanta la había conocido.

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