jueves, 20 de julio de 2017

FAMOSA PROCESIÓN DE ELEFANTES EN GURUVAYUR EL TEMPLO DE SRI KRISHNA

Famosa procesión de elefantes en Guruvayur el templo de  Sri Krishna

El rey Janamejaya, hijo de Maharaj Pariksit realizó una devoción austera durante 4 meses, como una penitencia por la muerte de reptiles inocentes. Janamejaya, para vengar la muerte de su padre Pariksit, provocada por el jefe Naga Takshaka, realizó el "Sarpa yajna" (sacrificio de serpientes) en el que miles de reptiles inocentes perecieron. Como resultado de su maldición que le sucedió, él fue afligido con la lepra, que lo dejó en una desesperación total. Al darse cuenta de esto, el sabio

Dattatreya apareció ante él con un remedio: "Rogad por la misericordia del Señor Krishna en Guruvayur". Janamejaya preguntó por las glorias del Señor y el paradero del lugar. En respuesta, el sabio contó de Narada Purana el pasatiempo conectado a esta Deidad. Al comienzo del Padma Kalpa, el Señor Krishna le dio esta deidad a Brahma, quien podía ejecutar su tarea de la Creación adorando al Señor en su forma de deidad. En el Varaha Kalpa, Sutapa y Prishni, que no tenían hijos, oraron a Brahma por el regalo de un hijo. Brahma les dio a esta deidad a la adoración, y dijo que su deseo de un niño pronto se cumpliría.

Después de adorar a esta deidad durante algún tiempo, el Señor Krishna les ofreció una bendición, y Sutapa y Prishni entonces le pidieron que se conviertiera  personalmente en su hijo. Así, en tres avatares separados (encarnaciones), el Señor Krishna como Prishnigarbha, Vamana y Krishna mismo, se convirtió en su hijo. En cada una de las encarnaciones la deidad también reapareció y fue adorada por Sutapa y Prishni. Cuando el Señor Krishna mismo apareció, esta deidad fue adorada por Vasudeva y Devaki en un templo en Dwarka durante 100 años.

Movido por esta audiencia las glorias de Guruvayur Sri Krishna, Janamejaya procedió al templo de Guruvayur donde él observó la devoción austera por 4 meses. Una noche, mientras dormía, sintió el toque curativo del Señor sobre su cuerpo y su dolor ya no existía. Regresó a su reino cantando alabanzas al Señor.

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