domingo, 29 de junio de 2008

LA PRIMERA VES QUE VI A SRILA PRABHUPADA PARTE 5 POR SADHYA SRESTHA


Permanecí una semana en Vrindavana, y durante esos días siempre iba a ver a Srila Prabhupada, me quedaba allí sentado mirándolo y cantando durante horas, el tiempo no existía, la ansiedad tampoco, había una quietud y un encanto difícil de explicar…
Finalmente Kamala Carana, Caitanya Swarupa y yo, fuimos enviados al templo de Hyderabad en el sur de India, un mes más tarde Srila Prabhupada dejaría este mundo…

Ahora que el “Centenario de Srila Prabhupada” ha terminado, me doy cuenta de que ha sido un gran acierto el haberme dedicado con toda mi escasa energía a este increíble acontecimiento. Durante estos tres últimos años dedicados al Centenario en varias ocasiones he sentido internamente cosas que ya nunca más se borrarán de mi mente, también algunas veces he sentido muy cerca a Srila Prabhupada, y espero que todos estos dulces recuerdos de este “Centenario” celebrado aquí en España fluyan por mi mente el día en que tenga que dejar este mundo, este es mi deseo.




Hubiera querido que este Centenario nunca acabase, pero como consuelo me queda el recuerdo de todos estos bonitos momentos…
Pero quisiera decir, que en este Centenario se me ha quedado algo en el tintero, algo en que muchas veces he meditado, el gran deseo interno que siempre tuve de haber hecho una “Reunión de la familia de Srila Prabhu-pada” como las que hicimos en el “Restaurante Govinda” de Barcelona, especialmente la primera, con todos aquellos entrañables devotos, con a-quellos héroes y pioneros que tan desinteresadamente lucharon hasta la saciedad por aquel viejo templito de la calle Ecuador 473. Aquellos devo-tos y devotas olvidados en el tiempo y a los cuales no siempre se les ha reconocido en público el gran servicio prestado en el pasado.



Pero a pesar de todo, estoy seguro de que cada uno de ellos tiene un sitio asegurado a los pies de loto de Srila Prabhupada, y esto, no son meras pa-labras.
Aunque algunos lo hayan olvidado, Krishna no olvida las austeridades por propagar la Conciencia de Krishna que realizaron todos estos devotos.
Durante todo este tiempo he estado pensando mucho en ellos, y ahora, lo único que humildemente puedo hacer, es escribir sus nombres sobre las páginas de esta revista a la que tanto quiero y debo agradecer, y aunque muchos de vosotros no los conozcáis, para mí son una parte inseparable de mi vida espiritual.



Como último, pido miles de perdones a esas caras que están grabadas en mi mente, pero que el paso del tiempo ha hecho que olvidase sus nom-bres…
Esos devotos son: Pramana Swami, Viraha Swami, Jaya Dwaya Dasa, Prema Prayojana dasa, Krishna Kisore dasa, Prapana dasa, Prakasananda dasa, Payonhidi dasa, Hari Bhakti dasa, Sahasranama dasa, Dharmananda dasa, Kamala Carana dasa, Nila Kamala dasa, Deva dasa, Gunesvara dasa, Deva-Srestha dasa, Maha Bahu dasa, Lila Suka dasa, Prana Krishna dasa, Kasi Misra dasa, Rukmini Pati dasa, Caitanya Swarupa dasa, Kaivalya Swarupa dasa, Ruci Sevanam dasa, Mahaprabhu dasa, Nitya Tripta dasa, Jaya Hari dasa, Govinda, Kripa Sindhu, Jaya Dharma, Bhakta Ramiro, y otros…
Yoguini dasi, Nanda Dahini dasi, Rasasum dasi, Rasavasini dasi, Sorayani dasi, Ananda Murti dasi, Soubaglia dasi, BhaktinYamuna, y otras…

Este escrito lo he redactado con los sentimientos que tenía en ese momen-to en particular.
¡Todas las glorias al inolvidable primer Centenario de la aparición de nuestro amado Maestro Espiritual, Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada!

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