martes, 22 de enero de 2013

HISTORIA DE EKADASI Y PUTRAKA EKADASI


Historia del Ekadasi


Una vez en la era Satya-yuga (una época muy antigüa) vivía un asombroso y temible demonio llamado Mura.
Estando siempre molesto, él aterrorizaba a los semidioses, derrotando incluso a Indra, el rey del cielo (cielo material); a Vivasvan, semidios del Sol; a los ocho Vasus, al Señor Brahma, a Vayu, el semidios del viento; y a Agni, el semidios del fuego. Con su terrible poder los puso bajo su control.
Entonces los semidioses se acercaron al Señor Visnu, y Le oraron por ayuda.
Escuchando las oraciones y pedidos de Indra, el Señor Visnu se molestó mucho y dijo:
"Oh poderosos semidioses, todos ustedes juntos pueden ahora avanzar hacia la capital de Mura, la ciudad de Candravati"

Animados así, los semidioses reunidos se dirigieron hacia Candravati con el Señor Hari (Señor Visnu) liderando el camino.
Entonces hubo una lucha entre los soldados de Mura y los semidioses. Muchos demonios murieron por la mano del Señor (Visnu). Y al final Mura empezó a luchar con el Señor, primero con armas, luego a mano limpia. El Señor luchó con Mura durante mil años celestiales, y luego, aparentemente fatigado, se fue hacia Badarika-asrama. Allí Él entró a una hermosa cueva, llamada Himavati, para descansar
El demonio lo siguió a la cueva, y, viendo al Señor dormido, empezó a pensar en su corazón: "Hoy mataré a este asesino de demonios, Hari".
Mientras el malvado demonio Mura hacía sus planes, del cuerpo del Señor Visnu se manifestó una joven mujer, quien tenía una complexión muy brillante.
Mura vio que ella estaba equipada con varias armas brillantes y estaba lista para pelear. Retado por la joven mujer para pelear, se preparó y luchó con ella, pero él quedó muy asombrado cuando vio que ella pelaba sin cesar.

El rey de los demonios entonces dijo: "¿Quién ha creado a esta airada y temible mujer que está peleando conmigo tan poderosamente, tal como un rayo que cae sobre mí?". Y luego continuó peleando con la chica.
De repente esa refulgente semidiosa destrozó las armas de Mura y en un momento lo privó de su carroza. Él corrió hacia ella y la atacó a mano limpia, pero cuando ella lo vio venir le cortó la cabeza llena de furia. Así el demonio cayó de una vez al piso y fue a la morada de Yamaraja.
Entonces el Señor Supremo despertó y vio al demonio muerto delante de Él, así como a la doncella dándole reverencias con las manos juntas.
El Señor, estando complacido con la chica , le ofreció una bendición.
La doncella dijo:
"Oh Señor, si Tú estás complacido conmigo y deseas darme una bendición, entonces dame el poder para liberar de los más grandes pecados a la persona que ayune en este día.
Deseo que la mitad del crédito piadoso obtenido por alguien que ayune la adquiera alguien que come sólo en la noche (absteniéndose de granos y frejoles), y que la mitad de este último crédito piadoso la obtenga alguien que coma a sólo a mediodía.
También que alguien que observe ayuno completo el día de mi aparición, con los sentidos controlados, vaya a la morada del Señor Visnu por un millón de kalpas después de haber disfrutado toda clase de pa¡laceres en este mundo.
Esta bendición deseo obtener por Tu misericordia, mi Señor.
Oh Señor, si una persona observa ayuno completo, come sólo en la noche, o come sólo a mediodía, por favor concédele una actitud religiosa, riqueza, y al final la liberación."
La Suprema Personalidad de Dios dijo:
"Oh tú la más piadosa dama, que lo que tú has pedido sea concedido. Todos Mis devotos en este mundo seguramente ayunarán en tu día, y así ellos se volverán famosos a través de los tres mundos y finalmente vendrán y permanecerán conmigo en Mi morada. Porque tú, mi potencia trascendental, has aparecido en el décimo primer día de la luna menguante, que tu nombre sea Ekadasi. Si una persona ayuna en Ekadasi, Yo quemaré todos sus pecados y le concederé Mi morada trascendental."


PRASADAM

Conoce el Significado de la 4 Putrada Ekadasi
Maharaja Yudhisthira dijo, “Oh Señor, Tú has explicado muy bellamente las glorias del auspicioso Saphala Ekadasi que ocurre durante la quincena oscura del mes de Pausa (Diciembre- Enero). Ahora ten la amabilidad de ser misericordioso conmigo y explicar el Ekadasi de la quincena clara de este mes. Cuál es su nombre y qué Deidad ha de ser adorada en ese día sagrado? Oh, Purusottama, Oh, Hrsikesa, por favor dime también cómo se Te puede complacer en ese día?”.
El Señor Sri Krsna replicó, “Oh rey, ahora te referiré para beneficio de toda la humanidad cómo observar el ayuno en Pausa-sukla Ekadasi.
Como ya he explicado previamente, todos deben observar las reglas y regulaciones de Ekadasi con lo mejor de su capacidad. Este mandato también se aplica al Ekadasi de nombre Putrada, que destruye todos los pecados y eleva a la morada espiritual. Sri Narayana, el Señor Supremo y personalidad original, es la Deidad adorable de ese Ekadasi y El cumple todos los deseos y concede la perfección total a Su devoto fiel. Así pues, entre todos los seres animados e inanimados en los tres mundos, no existe una personalidad mejor que Sri Narayana.

Oh, rey, ahora te narraré la historia de Putrada Ekadasi, que remueve toda clase de pecados y convierte a uno en famoso y erudito.
Había una vez un reino llamado Bhadravati, que estaba gobernado por el Rey Suketumana. Su reina era la famosa Saibya. Dado que no tenía ningún hijo, pasaba mucho tiempo en ansiedad, pensando, ‘Si no tengo un hijo, quién continuará la dinastía? ‘. Así el rey meditó con una actitud religiosa durante largo tiempo, pensando, ‘Dónde iré? Qué haré? Cómo puedo tener un hijo?’. El Rey Suketumana no encontraba felicidad alguna en ninguna parte de su reino, ni siquiera en su propio palacio, y gradualmente permanecía cada vez más tiempo en el palacio de su esposa, pensando tristemente solo en la manera de tener un hijo con ella.

Así pues, el Rey Suketumana y la Reina Saibya estaban muy afligidos. Hasta cuando ofrecían tarpana (oblaciones de agua a sus antepasados), su miseria natural les hacía pensar que era tan desagradable como el agua hervida. Pensaban que no tendrían descendientes que les ofrecieran tarpana cuando murieran. El rey y la reina se preocuparon especialmente al enterarse que sus antepasados estaban a su vez preocupados porque pronto no habría nadie que les ofreciera tarpana a ellos.
Tras enterarse de la infelicidad de sus antepasados, el rey y la reina sufrieron en grado creciente y ni los ministros o amigos, ni siquiera los seres queridos podían confortarlos. Para el rey, sus elefantes, caballos e infantería no le proporcionaban ningún solaz y al final se quedó prácticamente desamparado e inerte.
El rey pensó, ‘Se refiere que sin un hijo, el matrimonio está desperdiciado. Ciertamente, para un hombre de familia sin un hijo, tanto su corazón como su espléndida casa están vacíos y son miserables. Desprovisto de un hijo, un hombre no puede saldar la deuda que tiene con sus antepasados, los semidioses y demás seres humanos. Por lo tanto, todo hombre casado debe esforzarse por engendrar un hijo, para volverse famoso en este mundo y al final alcanzar los reinos celestiales auspiciosos. Un hijo es la prueba de las actividades piadosas efectuadas por un hombre en sus pasadas cien vidas y dicha persona obtiene una larga vida en este mundo, así como buena salud y gran riqueza. El poseer hijos y nietos en esta vida prueba que se ha adorado al Señor Visnu, la Suprema Personalidad de Dios, en el pasado. Las grandes bendiciones de los hijos, la riqueza y la inteligencia aguda solo se obtienen adorando al Señor Supremo, Sri Krsna. Esa es mi opinión’.
Así pensando, el rey no tenía paz. Estaba en ansiedad día y noche, desde la mañana al anochecer, y desde que se iba a dormir hasta que se levantaba en la mañana; sus sueños igualmente estaban llenos de ansiedad. Sufriendo tal ansiedad constante y aprensión, el Rey Suketumana decidió terminar con su miseria suicidándose, mas se dio cuenta de que el suicidio arroja a la persona en condiciones de renacimiento infernales, de modo que abandonó la idea. Viendo que gradualmente estaba autodestruyéndose, en mérito a su total ansiedad por la falta de un hijo, el rey finalmente montó en su caballo y partió solo hacia el bosque. Nadie, ni siquiera los sacerdotes y brahmanas del palacio, sabían donde había ido.

En ese bosque lleno de venados y aves y demás animales, el Rey Suketumana deambuló desamparado, contemplando las diferentes clases de árboles y arbustos, como ser la higuera, fruto bel, dátil, palmera, bakula, saptaparna, tinduka, tilaka, sala, tala, tamala, sarala, hingota, arjuna, labhera, baheda, sallaki, karonda, patala, khaira, saka palasa. Todos estaban hermosamente adornados con flores y frutos. Vio tigres, venados, jabalíes, leones, monos, serpientes, enormes elefantes en celo, elefantas con sus crías, etc. Había vacas, chacales, conejos, leopardos e hipopótamos. Contemplando todos estos animales, acompañados por sus parejas y progenie, el rey recordó su propia situación, en especial a los elefantes de palacio y se puso tan triste que vagó sin pensar por entremedio de ellos.
Súbitamente oyó el aullido de un chacal a lo lejos, alelado, miró en todas direcciones; al poco rato fue el mediodía y el rey comenzó a fatigarse. El hambre y la sed lo atormentaban. Pensó, ‘Cuál habrá sido la acción pecaminosa que habré realizado para que ahora se me obligue a sufrir de este modo, con la garganta seca y ardiente? He complacido a los semidioses con numerosos sacrificios de fuego y he dado dulces deliciosos en caridad a todos los brahmanas dignos. He cuidado de mis súbditos como si fueran mis propios hijos. Porqué estoy sufriendo así? Qué pecados desconocidos han venido a atormentarme de este modo temible?

Absorto en estos pensamientos, el Rey Suketumana avanzó con esfuerzo y eventualmente, en mérito a su crédito piadoso, llegó a un hermoso lago parecido al famoso Lago Manasarovara. Estaba lleno de seres acuáticos, incluyendo cocodrilos y muchas variedades de peces y agraciado con lilas. Hermosos lotos se habían abierto al Sol y los cisnes, patos y garzas nadaban felices en sus aguas. En las cercanías había muchos asramas atractivos, donde residían cantidad de sabios y santos que podían cumplir los deseos de cualquiera. Por cierto, ellos deseaban a todos el bien. Cuando el rey vio todo esto, su ojo y brazo derecho temblaron, señal de que algo auspicioso estaba por suceder.
Desmontando de su caballo y parándose delante de los sabios sentados a la orilla del lago, notó que estaban cantando los santos nombres de Dios en cuentas de japa. El rey ofreció sus reverencias y los glorificó con las palmas juntas. En su presencia se sentía lleno de gozo. Observando el respeto que el rey les ofrecía, los sabios dijeron, ‘Estamos muy complacidos contigo, oh, rey. Ten la gentileza de decirnos porqué has venido aquí. Qué hay en tu mente? Por favor dinos cual es tu deseo’.

El rey replicó ‘Oh grandes sabios, quiénes son ustedes? Cuáles son sus nombres, oh santos auspiciosos? Porqué han venido a este hermoso lugar? Por favor, díganmelo todo’.
Los sabios replicaron, ‘Oh rey, somos los Visvedevas; (1) hemos venido aquí a este encantador lago para bañarnos. El mes de Magha pronto estará aquí en cinco días y hoy es el famoso Putrada Ekadasi. Aquel que desee un hijo debe observar estrictamente este Ekadasi’. (2) El rey dijo, ‘Me he esforzado tanto por tener un hijo. Si ustedes, grandes sabios están complacidos conmigo, tengan la amabilidad de concederme un buen hijo’.
‘El propio significado de Putrada’ – replicaron los sabios – es “dador de un hijo”. Entonces por favor observa un ayuno completo en este día Ekadasi. Si así lo haces, entonces por nuestras bendiciones – y por la misericordia del Señor Kesava – seguramente tendrás un hijo’.

A sugerencia de los Visvedevas, el rey observó el auspicioso día de ayuno de Putrada Ekadasi, conforme a todas las reglas y regulaciones establecidas y en Dvadasi, tras romper su ayuno, ofreció nuevamente sus reverencias una y otra vez a todos ellos.
Poco después que Suketumana regresara a su palacio, la Reina Saibya se embarazó y exactamente como los sabios Visvedeva habían pronosticado, les nació un hermoso hijo de rostro brillante. En su debido momento se volvió famoso como un príncipe heroico y el rey con agrado lo nombró su noble sucesor. El hijo de Suketumana cuidó de sus súbditos muy conscientemente, tal como si hubieran sido sus propios hijos.

En conclusión, Oh Yudhisthira, quien desee cumplimentar sus deseos, debe observar estrictamente Putrada Ekadasi. Estando aún en este planeta, aquel que observe estrictamente este Ekadasi seguramente obtendrá un hijo, y después de la muerte, alcanzará la liberación. Todo aquel que siquiera lea u oiga las glorias de Putrada Ekadasi, obtiene el mérito ganado por realizar un sacrificio de caballo. Te he explicado todo esto para beneficio de toda la humanidad”.

Así termina la narración de las glorias de Pausa-sukla Ekadasi o Putrada Ekadasi, del Bhavisya Purana.

Notas
1.Los diez Visvedevas, los hijos de Visva, son Vasu, Satya, Kratu, Daksa, Kala, Kama, Dhrti, Pururava, Madrava y Kuru. 2.La palabra sánscrita para “hijo”esputraPu es el nombre de un infierno particular y tra significa “liberar”. En tal sentido, la palabra putra significa “persona que libera del infierno llamado Pu”. Por consiguiente, todo hombre casado debe producir al menos un hijo y entrenarlo con propiedad, luego el padre será liberado de una condición infernal de vida. Pero este mandato no se aplica a los devotos serios del Señor Visnu o Krsna, pues el Señor se convierte en su hijo, padre y madre.



Además, Canakya Pandita dice:

satyam mata pita jñanam dharmo bhrata daya sakha santih patni ksama putrah sadete mama vandhavah

“Mi madre es la verdad, mi padre es el conocimiento, mi deber ocupacional es mi hermano, la amabilidad es mi amigo, la tranquilidad es mi esposa y el perdón es mi hijo. Estos seis son los miembros de mi familia”. Entre las veintiséis cualidades principales de un devoto del Señor, el perdón es la más excelsa. Por ello, los devotos deben hacer un esfuerzo extra por desarrollar esta cualidad. Aquí Canakya expresa, “el perdón es mi hijo” y en tal sentido, un devoto del Señor, aunque estuviera en el sendero de la renuncia, debe observar Putrada Ekadasi y orar por alcanzar esta clase de “hijo”.

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